lunes, 10 de mayo de 2010

Origenes

Es un término tomado del italiano, graffiti, plural de graffito, que significa ‘marca o inscripción hecha rascando o rayando un muro’ y así llaman también arqueólogos y epigrafistas a las inscripciones espontáneas que han quedado en las paredes desde tiempos del Imperio romano. El arqueólogo Raffaele Garrucci divulgó el término en medios de académicos internacionales a mediados del siglo XIX1.
El neologismo se popularizó y pasó al inglés coloquial al usarse en periódicos neoyorquinos en los años setenta.Por influencia de la cultura estadounidense, el término se popularizó en otros idiomas, entre ellos el castellano. Curiosamente, aunque el término grafiti ha pasado a muchas lenguas, en italiano se emplea el término de origen inglés writing para referirse a los grafitos de estilo hip-hop, ya que grafiti se deja para su sentido original.
Entre los hispanohablantes, es habitual oír grafitis, en plural, porque, aunque en la lengua de origen el término ya esté en plural, no se considera de este modo el calco.

Sin embargo, los propios grafiteros, casi la totalidad de las referencias editoriales, medios de comunicación, páginas web, positivos y revistas especializadas utilizan la acepción italiana graffiti para referirse al grafito tanto como movimiento cultural y artístico, como a las propias pintadas.

La costumbre de escribir el propio nombre en propiedades y lugares públicos es antiquísima. En arqueología se utiliza el término «grafito» o graffiti (del italiano) para referirse a este tipo de inscripciones realizadas sobre muros, generalmente estucados, así como a los letreros arañados sobre cerámicas (habitualmente para marcar la propiedad). No se refiere a las realizadas por el autor de un monumento, sino a las que otros hacen posteriormente sobre el edificio acabado. Por ejemplo, las paredes de mazmorras y prisiones muestran los mensajes, dibujos y calendarios realizados por los presos.



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